En marzo concurrí
a la Mesa de Literatura donde Felipe Pigna presentó su libre “EVITA, JIRONES DE
SU VIDA” realizada en el marco del mega evento “MARZO, MUJER Y MEMORIA/ARTE Y
CONCIENCIA” que anualmente co-organizan entre otros el Auditorio Kraft CCNV y
el Movimiento No Matarás.
“Los ricos todavía creen que cada hijo trae, según un viejo proverbio, su pan debajo del brazo; y que donde comen tres bocas hay también para cuatro. ¡Cómo se ve que nunca han visto de cerca la pobreza! Yo también los he visto volver a casa con el hijo muerto entre los brazos para dejarlo allí sobre una mesa y salir luego a buscar un ataúd como antes buscaron médico y remedios: desesperadamente. Los ricos suelen decir: No tienen sensibilidad, ¿no ve que ni siquiera lloran cuando se les muere un hijo? Y no se dan cuenta que tal vez ellos, los ricos, los que todo lo tienen, les han quitado a los pobres hasta el derecho de llorar.” (pág. 21)
“La limosna
para mí fue siempre un placer de los ricos; el placer desalmado de excitar el
deseo de los pobres sin dejarlo nunca satisfecho. Y para eso, para que la
limosna fuera aún más miserable y más cruel, inventaron la beneficencia y así
añadieron al placer perverso de la limosna el placer de divertirse alegremente
con el pretexto del hambre de los pobres. La limosna y la beneficencia son,
para mí, ostentación de riqueza y de poder para humillar a los humildes”
(pág.24)
Fuertes, muy fuertes. Y controversiales.
Ambas frases
pertenecen a transcripciones del libro “La Razón de mi vida” de Eva Perón,
Peuser. 1951.
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